lunes, 19 de mayo de 2008

Una patraña.

No seré pesimista, seré pésima, le daré el pésame al mundo, porque un alma menos circula por él, aunque no creo que se apesadumbre, ya que era un alma poco pesada en importancia.

Hay una sonrisa menos, hay unos ojos sin brillo, hay un charco de lágrimas y también hay un alma en pena más que vaga por este mundo vago para hacer feliz, hay una vaga divagación sobre miles de porqués, hay otra niña más que vagabundea afecto.

Verde, verde esperanza de que cese esta larga espera hasta el abismo desesperanzador, espero que sea rápido, muerte sin dolor y que no me haga demasiado esperar el esperpento espeluznante que con mi vida ha de acabar.

Juegos de palabras, palabras que son juegos, juegos de niños, niños que inventan juegos, juegos con la vida, la vida es un juego, jugaron con la ilusión, la ilusión perdió el juego, juego con mi melocotonero, el melocotonero conmigo no quería jugar, juegos de palabras, pero las palabras no son juegos.

Letargo de la cordura, de la sonrisa y la ilusión, no tardaran mucho en despertar de la hibernación, la primavera se acerca, con ella la flor, el amor no me abandona por frío invierno que haya entre nuestras aceras, por eso a él entregaré la primera flor de esta primavera.

El penúltimo día del tercer mes, la primera flor que de la KanELA brote, en las manos la tendrá, por ser quien lucha por mantener en conserva mi alegría. Él endulza la almendra amarga que del árbol del avellano del bosque del peral nace para ser la excepción, el antagonista del cuento de princesas, para ir contracorriente e insultar frente a frente al mundo.

Empiezo con mis desdichas, acabo con mis pasiones, porque en el mundo de mi cabeza últimamente todo son cuentos de hadas, y, ¡¡¡o se acaba bien, o aquí no se acaba nada, coño!!!

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